Las vemos revoloteando por ahí, posándose de flor en flor, dejándonos ver el maravilloso espectáculo que representan sus alas. Pero, aunque las vemos como animales míticos y hermosos, lo cierto es que son insectos como cualquier otro, por lo que deben someterse a procesos similares.
Entre ellos el de la reproducción, pues, aunque lo parezca, estos animales no aparecen por arte de magia frente a nuestros ojos.
Las mariposas también se reproducen
A pesar de que nos empeñamos en ver a las mariposas como seres espirituales y hermosos, lo cierto es que son insectos que necesitan aparearse constantemente para poder hacer prevalecer a su especie.
Es por ello que, como muchos otros insectos, estas llevan a cabo la reproducción por un proceso específico.
El tipo de reproducción que utiliza este tipo de animales es la reproducción sexual, que es la de la mayoría de los seres vivos, por lo que dependen de otro individuo para poder llevarla a cabo de una forma adecuada. Así hacen que muchas otras mariposas nos alegren las tardes y las primaveras.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso?
Para que la reproducción pueda ser consumada de una manera correcta, la mariposa hembra deja estelas de feromonas que le indican al macho que está preparada para este procedimiento. El macho puede detectar esta sustancia a más de 1 kilómetro de distancia.
Una vez esta encuentra a la indicada, le hace saber mediante unas escamas que se encuentra listo para la reproducción.
Esta, una vez las percibe le permite al macho acercarse. Cuando ocurre, ambos animales unen sus cuerpos, pegando sus colas. Es aquí cuando el macho libera el esperma.
Todo acerca de la reproducción de las mariposas
Lo cierto es que la mariposa, como los peses y muchos otros insectos, se reproducen mediante huevos, por lo que este procedimiento en el que el macho deposita el semen funciona para poder fertilizar a los huevos que ella ya tiene en su interior.
Es aquí cuando ella los deposita y salen las crías para repetir este increíble proceso.