Todos conocemos a estos peculiares insectos, quizá porque son las responsables de hacer la miel o porque cobraban protagonismo en la famosa caricatura “Winnie The Pooh”.
Sin embargo, estas son mucho más complejas de lo que creemos y, al igual que muchos otros insectos se reproducen de diferentes maneras.
La reproducción de las abejas
Todos sabemos que las abejas están sometidas a un régimen de monarquía, en donde existen abejas obreras y abejas reinas. Las que están destinadas a ser abejas reinas y tener un poder superior a la de las obreras, son colocada en unas rendijas del panal superior. Es aquí donde son selladas.
Cuando esta está a punto de nacer, emite sonidos especiales que, además, libera feromonas. Es aquí cuando las otras abejas luchan por fecundarla para que esta pueda reproducirse y llenar el panal con muchas otras abejas obreras.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso?
Las abejas reinas, luego de la copulación con una cantidad considerable de “zánganos”, mantienen los espermatozoides de estos y, posteriormente, colocará los huevos ya fertilizados dentro del panal, donde nacerán un sinfín de abejas obreras.
Lo interesante es que no necesitará copular nunca más, pues tendrá espermatozoides suficientes para reproducirse durante toda su vida. Una situación realmente increíble la que viven estos insectos dentro de estos lugares.
¿Qué pasa con los huevos puestos por la abeja reina?
Una vez se ha llevado a cabo todo el proceso de la reproducción, los huevos que puso la abeja reina se transforman en abejas obreras, que estará a la disposición de esta durante todo su tiempo de vida.
Los huevos que no fueron fertilizados serán, precisamente, los zánganos que fertilizarán a las otras abejas reinas. Lo que nos lleva a acercarnos al mundo tan increíble que se encuentra dentro del panal de abejas.
Estas no solo son las responsables de que disfrutemos de la miel, sino también, están sometidas a un régimen sumamente estricto.