Es importante conocer y saber diferenciar el sistema circulatorio de los animales. Esta tarea podría ser difícil porque insectos, anfibios, aves y mamíferos tienen características diferentes.
Entonces nos viene una pregunta a la mente, ¿cómo es la circulación en animales mamíferos?
Funcionamiento del sistema circulatorio
Prácticamente todos los mamíferos contamos con una circulación a base de sangre y vasos sanguíneos.
Estos se encargan de guiar y llevar a su destino la sangre bombeada por el corazón y oxigenada por los pulmones. Gracias a esta característica se considera un aparato circulatorio cerrado, porque la sangre no sale de los vasos.
Por otra parte, la circulación en animales mamíferos consta de dos partes o secciones. Una, como se dijo antes, es la que es bombeada hacia los pulmones para ser oxigenada. Mientras que la otra es la que nunca se mezcla con la carbooxigenada, es decir, la que se compone de dióxido de carbono.
Animales de sangre caliente
Si hablamos de tipos de sangre y circulación, podremos separar casi todo el reino animal en dos, los animales de sangre fría y los de sangre caliente. En este caso no interesaríamos más en la sangre caliente, ya que humanos y mamíferos en general nos componemos de un sistema cardiovascular con este tipo de sangre.
La circulación en animales mamíferos de sangre caliente se encarga de enfriar al cuerpo en caso de recalentamiento y calentarlo en caso de frío.
Este proceso es de vital importancia para mantener una temperatura constante. Por esta razón, los cambios bruscos de temperatura afectan más a especies de sangre caliente que fría.
Animales de sangre caliente
Según todo lo leído, los mamíferos, sin importar su tamaño, son de sangre caliente.
Es decir, un elefante, una jirafa, tu perro, la ballena del acuario y el gato del vecino tienen el mismo sistema circulatorio que tú, al mismo tiempo que comparten el modo de gestación, nacimiento y desarrollo.
Sin embargo, otros animales muy diferentes a nosotros biológica y anatómicamente también tienen sangre caliente.
Las aves, en su mayoría voladoras, tienen el mismo sistema de termorregulación que los humanos y todos los animales anteriormente mencionados. Claro, tienen algunas variantes.